Una tardecita, paseando por el centro de Nimma, nos detuvimos un rato a hojear libros en Dekker van de Vegt boekverkopers, esa librería tan acogedora situada en el pasaje subterráneo de Marikenstraat. Después de dar un paseo general por ella, nos dirigimos a la sección de libros en lenguas extranjeras, donde la selección en español se limita a un par de estantes. Comentamos que la experiencia de descubrir libros y autores ya no es la misma; que a veces descubrimos a autores de hispanoamérica por sus traducciones al inglés; que nos anotamos libros para buscar en alguna tienda online, o de visita en Argentina; que la alternativa de un ebook no tiene punto de comparación con la experiencia del libro físico, “de tinta y papel”, que nos permite sentirlo, olerlo, hojearlo, vivirlo.

 

Esa tarde nos llevamos cada una un par de libritos — que nos gustaría decir que eran en lengua española, pero para ser fieles a la historia, e incluso recalcar esa falta, admitiremos que estaban en inglés —, con la promesa de intercambiarlos y comentar su lectura. También compartimos recientes lecturas que nos tenían entusiasmadas en el momento, y nos propusimos, además, prestarnos esos libros que reposaban en nuestras humildes bibliotequitas en casa.

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Se plantaría, entonces, en la cabeza de Nicky la semilla de una idea, que a los pocos días comunicaría con gran entusiasmo a Sofi. La idea de crear una biblioteca colectiva en español, en la cual nuestras pequeñas bibliotecas nijmegenses, fragmentos separados de aquellas que dejamos atrás en nuestro país, se unan en un esfuerzo sinérgico por generar una mayor: Nuestra Biblioteca. Y si siendo sólo dos personas, se duplicaron nuestras bibliotecas, pudiendo adentramos a nuevos autores y géneros, recuperando el placer de descubrir obras en una librería… ¡Cuánto más grande sería si más gente se sumara! Porque cada vez escuchamos más español por las calles, los trenes, los cafés, los parques… Porque estamos convencidas de que más gente se sentirá interpelada por nuestra historia, esperamos contagiar este entusiasmo y que más personas se sumen, tanto a leer como a compartir libros.